La competencia es saludable: impulsa la innovación, mejora los productos y beneficia al consumidor. Pero cuando un competidor recurre a prácticas ilegales o abusivas, deja de ser competencia legítima y se convierte en competencia desleal. En Colombia, este tema está regulado y cuenta con herramientas jurídicas para proteger a las empresas afectadas.
En esta guía encontrarás de forma clara y sin tecnicismos:
En Colombia, la competencia desleal se refiere a cualquier comportamiento de un empresario o empresa que, en el mercado, contradiga la buena fe comercial, los usos honestos o afecte ilegítimamente a otro competidor, generando una ventaja indebida o perjudicando injustamente a terceros.
La Ley 256 de 1996 —norma principal sobre el tema— establece que toda actuación con finalidad concurrencial (es decir, orientada al mercado) debe respetar principios como:
Cuando un competidor actúa rompiendo estas reglas, vulnera el equilibrio del mercado y activa mecanismos de responsabilidad legal.
En resumen, competencia desleal en Colombia es cualquier acción que busque obtener ventaja mediante medios engañosos, ilegítimos, agresivos o contrarios a la buena fe mercantil.
Aunque la ley contempla numerosas conductas, algunos actos se repiten con frecuencia en el mundo empresarial colombiano. Estos son los más relevantes:
Cuando un competidor usa medios ilegítimos para atraer a los clientes de otra empresa.
Ejemplos:
Consiste en lanzar información falsa, engañosa o exagerada para dañar la reputación de un rival.
Ejemplo: publicar en redes que tus productos son “peligrosos” sin evidencia.
Se da cuando un empresario deliberadamente genera similitudes con otra marca, producto o identidad comercial para que el público se confunda.
Ejemplos:
Acciones destinadas a inducir a error respecto a características esenciales del producto o servicio.
Ejemplo: anunciar certificaciones de calidad que no existen.
Ocurre cuando alguien accede, revela o utiliza información empresarial confidencial sin autorización.
Ejemplos:
La ley permite imitar productos, salvo que se trate de innovaciones protegidas; sin embargo, es desleal cuando la imitación genera confusión o se aprovecha del esfuerzo ajeno sin agregar valor.
Vender por debajo del costo con el objetivo de sacar a un competidor del mercado.
Actos que aprovechan un poder de mercado para bloquear, expulsar o impedir la entrada de competidores.
Estos son solo algunos de los escenarios más frecuentes que afectan a pymes, emprendimientos y empresas consolidadas.
La principal norma aplicable es la Ley 256 de 1996, que regula los actos de competencia desleal.
También intervienen otras entidades y normas complementarias, entre ellas:
La ley busca proteger tanto a los empresarios como a los consumidores, garantizando un mercado limpio y transparente.
Cuando una empresa es víctima de competencia desleal, existen dos caminos principales:
La SIC actúa como juez en materia de competencia desleal. Puedes presentar:
La SIC puede:
Cuando hay daños económicos cuantificables o se requieren medidas adicionales, también es posible iniciar un proceso ante la jurisdicción civil.
Este camino suele utilizarse en casos más complejos, como:
Las pymes y emprendimientos son especialmente vulnerables. Los casos más comunes reportados ante la SIC incluyen:
En un entorno digital donde la reputación cambia en horas, las empresas deben ser proactivas para blindarse legalmente.
La competencia desleal en Colombia no solo afecta el flujo de ventas: puede deteriorar la confianza de los clientes, debilitar la reputación construida durante años y poner en riesgo la estabilidad de cualquier empresa, sin importar su tamaño. En un mercado cada vez más agresivo y digital, proteger a tiempo tu negocio no es un lujo, es una necesidad estratégica.
Identificar conductas desleales, comprender la ley y actuar rápidamente puede marcar la diferencia entre detener un daño a tiempo o permitir que siga creciendo silenciosamente. Ninguna empresa debería enfrentar sola prácticas que afectan su viabilidad y su futuro.
Por eso, proteger a tu empresa debe ser una prioridad, especialmente en momentos donde la reputación, los clientes y los datos son activos cada vez más valiosos.
En Soluciones Legales estamos listos para acompañarte, evaluar tu caso, diseñar una estrategia de defensa y representarte si es necesario. Nuestro compromiso es ayudarte a frenar cualquier conducta desleal que esté afectando tu operación.